La elección del anillo de compromiso supone para la mayoría de los hombres una mezcla entre ilusión y angustia, proviniendo esta última del temor a no acertar con la joya adecuada o a quedarse corto con los quilates del diamante, aunque en realidad este aspecto es solo uno de los factores que determina su valor, debiéndose tener en cuenta también las otras tres ‘C‘: color, claridad y corte.
Recurrir al asesoramiento de los profesionales siempre es una buena idea
Para evitar que la adquisición del anillo se convierta en un quebradero de cabeza resulta recomendable recurrir al asesoramiento profesional de los joyeros. En Unimet 2019 tenemos más de 25 años de experiencia en el sector de la joyería, habiendo ayudado a infinidad de novios a elegir anillo en función de criterios como la personalidad de la novia, sus gustos, rasgos físicos, etc.
Joyería personalizada a medida
Además, también ofrecemos unas excelentes posibilidades de personalización, uno de los aspectos más importantes en los anillos de compromiso si atendemos al gran valor sentimental que tienen, resultando lo ideal en este sentido hacerlos con un diseño exclusivo que dé lugar a una joya original e innovadora. Para ello, en Unimet 2019 podemos desde modelar el oro hasta engarzar piedras preciosas y diamantes, al margen de por supuesto grabar en las piezas cualquier mensaje que se quiera dedicar.
La importancia del engastado
Asimismo, también nos adaptamos a los nuevos usos y costumbres, siendo plenamente conscientes de que en la actualidad la mayoría de mujeres prefieren llevar su anillo de pedida a diario en vez de en ocasiones contadas como era característico de épocas pasadas. De ahí, la importancia que cobra el engastado, que bajo nuestro criterio debe hacerse de tal manera que realce el diamante central pero sin darle excesiva altura para evitar los golpes inherentes a un uso diario.
El diamante cultivado una excelente opción para los anillos de compromiso
Un diamante cultivado es una piedra preciosa creada mediante un procedimiento tecnológico que reproduce el proceso geológico que genera uno natural. Así, es factible crear en un laboratorio las condiciones precisas para dar lugar a una gema similar en más de un 98% a un diamante natural, con las ventajas añadidas de:
- Garantía de no procedencia de zonas de conflicto (los conocidos como diamantes de sangre)
- Generación mediante técnicas artificiales que no repercuten negativamente en el medio ambiente
- Menor precio en comparación con los naturales
De este modo, la utilización de diamante cultivado en anillos de compromiso resulta una opción muy sugestiva, ya que se puede obtener una gema cuya calidad y apariencia estética sea similar a la del diamante natural sin tener que asumir todos los inconvenientes asociados a los mismos.