Con el paso del tiempo, hasta las mejores joyas pueden perder su buen aspecto y sufrir la pérdida de su belleza. Por ello, es conveniente saber cómo llevar a cabo el pulido de joyas, un proceso que conseguirá devolver todo el valor a pendientes, anillos u otros objetos de valor.
¿Qué es el pulido de joyas?
Se trata del proceso por el cual es posible recuperar el aspecto original de las joyas, eliminando aquellos daños que se hayan podido producir en distintos tipos de situación. A veces, estos defectos se deben al simple paso de los años, mientras que otras veces es posible que sean consecuencia de un golpe o un accidente.
Con el proceso de pulido se devuelve a la joya su esencia, pero no existe necesidad de realizar una modificación en la misma. Esto garantiza que la joya seguirá siendo exactamente igual después del pulido, tal y como era antes de sufrir estos defectos.
¿Cómo recuperar el aspecto original de las joyas?
Hay que decir que no es lo mismo hacer el pulido de joyas que la limpieza de las mismas. El pulido es un proceso más avanzado, exigente y complicado que requiere que sea llevado a cabo por un profesional con los conocimientos adecuados.
Se realizan varios pasos de forma metódica hasta que la joya ha quedado perfecta. Lo primero es analizar la pieza y comprobar cuáles son las necesidades que tiene observando los defectos que se hayan generado. Este inicio es fundamental, ya que les permite a los especialistas visualizar cómo será la joya una vez se termine el proceso de pulido. En este mismo paso también se define si la pieza se encuentra entre las opciones de qué tipo de joyas pulir, puesto que no todas son aptas para ello.
Después se lleva a cabo el pulido con un trabajo manual que incluye el uso de pastas abrasivas con las que se pueden eliminar las impurezas, los defectos del tiempo o incluso los arañazos. Con el pulido se elimina la capa externa que se haya dañado y se deja en el exterior la que está por debajo y que se encuentra en un estado perfecto.
Lo siguiente es limpiar la joya, asegurándose de que no quedan manchas, otros defectos o restos de suciedad. Los profesionales utilizan un sistema por el cual se le da a la joya un baño de ultrasonido, con el cual termina recuperando todo el brillo y belleza que tuvo en el pasado. Por último, será el turno de asegurarse de que la joya está tal y como fue diseñada en su momento. Por ejemplo, es posible que sea necesario darle un baño de ciertos materiales o recolocar cristales o piedras preciosas que se puedan haber perdido con los años. Al finalizar, la joya será idéntica a como se compró en su momento.
¿Qué tipo de joyas pulir?
A la hora de determinar qué tipo de joyas pulir se debe tener en cuenta que es necesario que sean de oro puro y que estén fabricadas con la más alta calidad. El motivo de ello es que serán las únicas que soportarán el proceso de pulido y de recuperación de su belleza. Esto incluye todos los tipos de oro, como el rosa, el blanco y, por supuesto, el amarillo.
Cada tipo de oro tiene unas exigencias en el proceso de pulido que se aplicarán de la mano del profesional que se esté ocupando de ello. Además, hay que recordar que es importante imponer un máximo de tres pulidos para cada pieza, dado que a partir de ese punto sería complicado obtener otra capa de oro de suficiente calidad.